sariadna

sOBRE MI

Me remonto a hace más de 18 años, pero ahí diría que empezó todo:

Me vino la menstruación con 10 años.

Pues imagínate; yo con 12 años me echaban 20.

Además siempre he sido grande, a parte de relativamente alta, estaba fuerte.

Aquí tenía 14 años y no entrenaba.
¿Has visto los trapecios?

Pues lo dicho, con 15 años me apunté al gym.

La verdad que cuando me hacía fotos con mis amigas de entonces, es que era enorme; y ya sabes que en la adolescencia, no quieres ‘llamar la atención’, quieres integrarte y ser una más.

Así que, aunque ya llevaba tiempo en casa haciendo ejercicio, dietas típicas de las revistas (pollo y piña y muérete del asco, que al final por supuesto no hacía más que un par de días), me apunté al gym.

Y tonta de mí, pues me puse a comer menos. Muchísimo menos. Igual alguna vez llegaba a las 500-800 calorías.

Pero un día, pasado medio año, me vi al espejo.

¿Quién era? ¿Te gustas así de verdad? No eres tú.

Tú no eres así.

Y sí, fue de un día para otro.

‘’Quiero estar fuerte, QUIERO SENTIRME FUERTE’’

Y a partir de ese día cambió todo.

Empecé a comer. Empecé a entrenar más fuerte.

Me leía todos los foros, páginas y todo lo que pillaba sobre entreno y nutrición.

No podía compartir eso con nadie: no conocía ninguna amiga que la gustase eso.

Así que con 17 años lo tenía claro: quería estudiar ciencias del deporte; quería ser esa ‘’amiga’’ que yo no había tenido.

Quería ser entrenadora personal y ayudar a las demás mujeres a que para sentirse bien, no tenían que hacer las clases de zumba y comer lechuga y pollo como veía y escuchaba.

Quería ser esa persona que me hubiese encantado tener al lado.

Así que con 17 me fui a estudiar fuera de casa la carrera de Ciencias del Deporte.

No lo hacía muy bien, pero lo hacía lo mejor que podía: por entonces el fitness no es que fuese muy común.

 Ya con 20 años competí por primera vez en fitness, y al mismo tiempo empecé a trabajar online y a hacer entrenos personales.

Cuando terminé la carrera, ya con un trabajo bastante bueno y fijo de entrenadora personal en un centro; supe que me la tenía que jugar, y me fui a Barcelona.

Ahí despegó mi trayectoria laboral, haciendo muchas horas de entrenos personales: había días que trabajaba 10 horas.

Pero había un problema, solo podía enseñar a una persona por hora.

Así que poco a poco empecé a darle más caña a las redes.

Y ya desde 2018 me dediqué totalmente al mundo online.

Así que imagínate: ¿crees que tu caso es especial, que hay algo malo en ti?

No. Lo he visto muchas veces. Mi equipo y yo lo hemos solucionado muchas veces.

He pasado por tantas fases en mi vida…y ¿sabes? Nunca le gustas a todo el mundo.

La que tiene que gustarse a sí misma; eres tú.

Si no estás a gusto con quién eres, ¿por qué vas a dejar que se pase la vida sin sentirlo?
¿Por qué vas a dejar que otros decidan quién deberías ser?

Tu cuerpo no es lo más importante de tu vida; pero es una ‘pata’ más de lo que sostiene tu felicidad: estar a gusto con quién eres, cómo te sientes.

Yo me quedé sola con 15 años. No tenía amigas.

Nadie entendía que fuese al gimnasio

‘’¿Has visto lo que ha cambiado? Hagámosla el vacío para que ya no venga con nosotras’’.

Y ahora puedo decir, que eso es lo mejor que me ha pasado en la vida.

Porque ahora soy quien quiero ser. Sin etiquetas. Sin fingir quien no soy.

Y amo mi entorno: me entienden, me comprenden. Son como yo.

Entrenar es parte de mi vida. Comer bien es parte de mi vida. Quererme y cuidarme es esencial para yo sentirme quién soy.

Y quien no respete eso, no te quiere de verdad.

Ser feliz es estar en paz con uno mismo. Y eso empieza queriéndote por dentro y por fuera. Respetándote. Poniendo límites.

Me quiero, me cuido, me respeto.

Y por eso, me dedico a lo que me dedico hoy.

sariadna-asesorias-bg

No vendo atajos; cambiar tu cuerpo requiere cambiar tu mentalidad. Si buscas cambios rápidos y superficiales, con nosotras no cuentes.

Nosotras cambiamos vidas; y con ello cambiamos físicos.

No hay nada que me haga sonreír más, que hablar con alguna clienta antigua y que después de años me diga

‘’Me cambiaste la vida’’ ‘’Sigo entrenando y comiendo bien, me siento bien conmigo, tengo una buena relación con la comida, y ahora, no veo el momento de ir a entrenar; de mi momento’’.

Cuidarte es el mayor acto de amor que harás por ti.

¿Te quieres?